CARLOS BONET. *Presidente de «Vecinos por Majadahonda». «Terremoto político en la Comunidad de Madrid». Con este titular nos desayunamos este miércoles 10 de marzo (2021) y el temor es que la situación pueda llevar al traste la mayoría de los acuerdos políticos entre los diferentes partidos a nivel nacional y en varias Comunidades Autónomas. Ese posible efecto dominó y sus consecuencias las conoceremos el 4 de mayo (se votará un martes día laborable) y previsiblemente dará lugar a ir dejando más claro el futuro, aunque solo a dos años vista, ya que en 2023 se celebrarán de nuevo esas mismas elecciones por mandato nacional. Para «Vecinos por Majadahonda» (VpMJ) a nivel local y creo que para la mayoría de los vecinos, la única duda de estas elecciones es saber en qué situación quedarán partidos como Vox o Cs y quizás esa sea el único sentido para el PP que tengan estas elecciones. Y para eso vamos a pagar los platos rotos y el gasto de 2 elecciones en 2 años y la primera de ellas en día laborable, maltratando aún más nuestra ya maltrecha economía, comercio y servicios.
Desde VpMJ recordamos que la marca «Vecinos«, que tanto éxito ha alcanzado en Torrelodones durante dos legislaturas seguidas y que ya ha obtenido representación en muchos municipios del Oeste de Madrid, no se presenta a estas elecciones en las autonomías, ya que han nacido con la única idea de hacer política local, que tanta falta hace y reclaman los contribuyentes. Y no lo hace entre otras cosas porque cree y piensa como una mayoría de sus vecinos: una vez más nuestros políticos van en una dirección y el resto de los mortales en otra. La mayoría estamos más concienciados y volcados en salir de la crisis sanitaria y económica en la que nos encontramos, pero estas decisiones hacen que de nuevo se pueda paralizar o ralentizar cualquier posible crecimiento de cualquier actividad en la Comunidad de Madrid durante los próximos meses. Una vez más, la irresponsabilidad viene del mismo sitio y lo más grave es que en el 2023 tendremos que volver a votar en estas mismas elecciones. Los que pensamos que las ideologías son un lastre de gestión para salvar la economía o la salud de un país, nos parece demasiado gasto y un alto coste toda esta «feria» política para únicamente saber como quedará la composición de la derecha durante los próximos años. Nos lo podríamos haber ahorrado y por ello nos llevaremos muchas sorpresas.