El presidente de «Vecinos por Majadahonda», Carlos Bonet, ha solicitado más «transparencia» en las compras informáticas del Ayuntamiento porque «las cuentas no están claras», pues lo único que se conoce a ciencia cierta es su importe: 100.000 euros en ordenadores y programas. En declaraciones a este periódico, Bonet señala que «la información que han proporcionado no dice nada sobre el número de ordenadores que han comprado. Sería bueno saber que tipos de equipos han sido solicitados, configuración y fabricante. Por otro lado se ve perfectamente que las cifras no cuadran por ningún sitio. Las cantidades que se manejan como costes de licencias ya lo dice todo. Una vez más juegan con el dinero de nuestros impuestos y no conocen lo que es la transparencia». «Más claro agua. Es muy fuerte. Han debido comprar licencias para todos los que estamos empadronados porque si no, no se entiende. Por lógica deberían tener auditado el número de ordenadores que hay en el Ayuntamiento y tenerlos controlados, pues es un activo municipal. Sin embargo nada de eso aparece en el portal de transparencia», añade Bonet. Sobre la factura de 40.083 euros que ha pagado el Ayuntamiento, el presidente de «Vecinos por Majadahonda» insiste en que «sin conocer el número de equipos adquiridos, configuración y fabricante, que son datos básicos, no podemos saber si ha sido una compra razonable o no». Y añade: «La factura de 12.450 euros por 100 licencias Cítrix obliga a preguntar: ¿para que las necesitan? ¿Son para teletrabajo? Más o menos el precio puede ser correcto, pero si no lo aclaran en la factura las dudas afloran». Sobre otra factura de 43.700 euros, Bonet señala que «no cuadra por ningún lado porque no pone número de licencias adquiridas. De entrada para el Ayuntamiento solo se necesita un servidor o data center y el coste está en los 7.000 euros. ¿Cuánto han pagado por las licencia Windows Server 2019?. Si son para 100 puestos de trabajo no nos salen las cuentas de 43.000 €. Por otro lado, sería bueno saber que número de equipos tienen auditados o dentro del inventario del Ayuntamiento, que es lo mínimo que se debe de tener en cualquier institución pública, pues es algo que se tiene inventariado en cualquier empresa privada. Parece que PP y Vox también piensan que lo que es de todos no es de nadie, como afirmó con desparpajo una célebre ministra socialista».
«En fin, la transparencia brilla por su ausencia y lo que dicen haber contratado o comprado es difícil saberlo. Si es así, no lo dicen con claridad o no quieren que se sepa. Y si no lo dicen ni quieren que se sepa entonces el caso es más grave», añade el dirigente vecinal. Y concluye: «Por las facturas, lo único que se sabe a ciencia cierta es que están haciendo compras para dos temas de teletrabajo, pero algo no cuadra ya que no son nada claros y la inversión es disparatada. En definitiva: se entierran gastos debajo de la alfombra y eso es lisa y llanamente vergonzoso».