El Grupo Municipal de Vecinos por Majadahonda en el Ayuntamiento logró el respaldo de Vox, PSOE y Más Madrid (10 votos) a su moción para que «el Equipo de Gobierno encargue lo más pronto posible y en cualquier caso antes del 26 de octubre en el ejercicio de sus facultades, un informe técnico al mismo experto municipal que realizó su estudio sobre la piscina de Huerta Vieja para comprobar la vigencia del mismo, ya que interpretamos que es la solución más razonable y barata para el Consistorio. Y si hiciera falta un segundo informe externo, se encargase de nuevo a la empresa privada que lo realizó anteriormente, porque siempre será más barato emitir un segundo informe sobre algo ya hecho, antes que encargar otro de nuevo. Y de acuerdo con los resultados de ambos informes, que estos se transmitan a los grupos municipales y se difundan en la página web municipal para que pueda adoptarse una decisión común y lo más unánime posible entre todos los grupos, de conformidad al contenido y resolución de dicho informe». Lamentablemente la mayoría absoluta del Grupo Popular no aprobó esta propuesta, a pesar de que en las negociaciones previas había mostrado su apoyo, aunque a pesar de todo este informe se va a realizar, según reveló durante el debate, en el que intervino Federico Martínez, concejal y portavoz adjunto de «Vecinos por Majadahonda«.
EXPOSICION DE MOTIVOS: La piscina de Huerta Vieja en Majadahonda, con más de 1.200 usuarios activos, fue cerrada en el mes de septiembre de 2021, por lo que en septiembre de 2023 se cumplirán 2 años sin poder prestar este servicio en el lugar donde habitualmente se realizaba, con gran satisfacción de sus usuarios por sus instalaciones y sus empleados. La aparición de desperfectos estructurales provocó esta decisión del anterior Equipo de Gobierno (2019-23) y el anuncio de demolición de la piscina. Sin embargo, «Vecinos por Majadahonda» tuvo la oportunidad de publicar en su página web los dos informes oficiales favorables a la reparación y no a la demolición de la piscina. El primero lleva por título «Inspección de los daños estructurales existentes en el edificio destinado a piscina cubierta, incluido en las instalaciones deportivas denominadas “Polideportivo Huerta Vieja” y está firmado por el técnico de la Concejalía de Urbanismo, Rafael Emilio Lleonart, el 17 de septiembre de 2021. Y el segundo se titula “Informe de inspección de los pilares metálicos situados dentro del recinto de la piscina cubierta del Centro Deportivo Huerta Vieja de Majadahonda, Madrid” fechado el 21 de septiembre de 2021 y elaborado por la empresa Control Tecnico y Prevención de Riesgos, S.A. (CPV).
La sorpresa que encontramos en estos 2 informes es que ninguno de los dos reclamaba la demolición de la piscina de Huerta Vieja sino todo lo contrario. El primero decía: «Es muy probable que la intervención sobre el edificio tenga carácter esencialmente de reparación y no tanto de sustitución completa de piezas estructurales». Y también indicaba que «se puede prever con carácter estimativo, que la duración de las obras de reparación requieran un plazo aproximado de 6-8 semanas». El segundo informe de la empresa privada CPV coincidía con el primero en que basta «un encapsulado completo de los pilares con el revestimiento antioxidante preciso para este ambiente y un mantenimiento regular del estado que presenta la estructura vista y la que no queda vista» junto con «un proyecto de actuación integral que defina las necesidades de reparación y/o refuerzo estructural que se precisen para cada uno de los elementos metálicos que posee este recinto según su nivel de afección frente a la oxidación y corrosión detectadas, derivadas del fuerte ambiente agresivo al que se encuentra sometido la piscina (ambiente salino con alta condensación y humedad). Y concluye: «Asimismo, en dicho proyecto de actuación se deber incluir el mantenimiento regular que sea preciso efectuar sobre la protección antioxidante de la estructura metálica de la piscina».
Han pasado 2 años desde que se emitieron estos informes y la hoy alcaldesa de Majadahonda, con muy buen criterio, explicó durante la campaña electoral que si ganaba las elecciones encargaría un nuevo informe para comprobar la vigencia de los dos anteriores, algo que coincide con una propuesta que también llevaba Vecinos por Majadahonda en su programa electoral. Es voluntad de Vecinos por Majadahonda respetar una norma no escrita de cortesía parlamentaria que rige en todos los países democráticos más avanzados y modernos del mundo según la cual, por sentido común, siempre se dejan 100 días de gracia a un nuevo Gobierno para permitir que se asiente en la toma de posesión de su gestión, para que esa nueva administración conozca los recursos, medios y urgencias que le apremien y que pueda aterrizar en sus despachos sin presiones añadidas a las propias de la naturaleza de sus cargos. Por ello «Vecinos por Majadahonda» no va a pedir nada a esta administración que pueda comenzar o iniciarse antes del 26 de octubre de 2023, porque interpretamos que el mes de agosto es inhábil. Y si la nueva Corporación se constituyó el 17 de junio, los 100 días de tregua o gracia abarcarían hasta esa fecha. Y nos hemos grabado en la frente esa fecha del 26 de octubre, porque el que avisa no es traidor sino avisador, y si antes de ese 26 de octubre no se ha iniciado el expediente para conocer el estado actual de la Piscina de Huerta Vieja, «Vecinos por Majadahonda» presentará de nuevo esta moción y en esta ocasión ya liberado de la cortesía parlamentaria y de los 100 días de gracia, por lo que ejercerá su derecho a la crítica, siempre constructiva, en esta materia.
Esto no significa, y queremos dejarlo bien claro, que hasta el 26 de octubre no ejerzamos nuestra labor de fiscalización, control y seguimiento de las actividades del Equipo de Gobierno, que las hacemos desde el primer día en que pudimos tener despacho para entrar en el Ayuntamiento (10 de julio) y en el que nuestros 2 concejales pudieron tener ordenadores (18 de julio). Las cortesía parlamentaria, y en este caso municipal, que tanta falta hace en España, significa que renunciamos voluntariamente a ejercer la crítica, como se hace en todos los municipios de países desarrollados a los que queremos parecernos, pero nunca que cejemos en nuestro empeño de defender los intereses de los vecinos de Majadahonda a los que representamos, tanto a los que nos han votado como a los que no lo han hecho y aspiramos a convencerlos.